AFJS

El cliente buscaba un espacio funcional, limpio y con carácter, donde la luz y las vistas marcaran el ritmo del diseño.

La zona de día se trasladó a la fachada oeste, donde la luz entra generosa y las vistas se abren por encima del entorno urbano, donde se puede contemplar las estrellas desde cualquier parte del salón o cocina. Así, la cocina se convirtió en el centro visual y emocional del proyecto: un volumen azul marino mate, sobrio y escultórico, acompañado de una península de piedra gris que esconde los fuegos y delimita sin cerrar.

La iluminación indirecta refuerza la atmósfera tranquila que recorre toda la casa. La suite principal tiene como principal eje, la optimización del espacio: allí se encuentra un espacioso vestidor y un baño completo, que emerge como una estancia eficaz y agradable. El despacho, cuidadosamente distribuido, se resuelve como un cómodo espacio de teletrabajo, y una habitación de invitados completa las necesidades del cliente.

El largo pasillo en L, en lugar de esconderse, se transforma en galería: biblioteca, recuerdos y obras conviven a distintas alturas, convirtiendo el tránsito en parte del habitar.

Una vivienda que ordena sin imponer, que muestra lo justo y que se construye desde la luz, los materiales y la medida exacta de lo esencial.